taller de comunicación
La comunicación es la forma en la que nos relacionamos con nosotros mismos y con nuestro entorno. Esta transmisión de cualquier tipo de información se realiza a través de un código, en nuestro caso el lenguaje, principal sistema de comunicación humana. Es muy importante conocer y desarrollar adecuadamente este conjunto de medios destinados a poner en contacto entre si a las personas, ya que es una parte fundamental para la correcta socialización del ser humano. A través de esta socialización, vamos cubriendo necesidades que toda persona necesita sentir cubiertas, desde las más básicas hasta las más elevadas.
Desde, por ejemplo, ir a comprar una barra de pan o preguntar una dirección en la calle, pasando por las exposiciones orales o escritas que hay que realizar a lo largo de la vida, tanto en la escuela como fuera de ella, hasta llegar al entorno laboral, donde una idea expresada con orden y coherencia nos hace sentirnos bien y mucho más valorados dentro de dicho entorno. Todo ello por poner algunos ejemplos “sencillos” del devenir diario. Y qué no decir sobre la forma de relacionarnos con la pareja o las personas que queremos y tenemos a nuestro alrededor; comunicación que, en muchos casos, no es tan sencilla; sobre todo si tenemos en cuenta el grado de multiculturalismo al que hemos llegado en la sociedad actual; ya que supone elevar conscientemente nuestro nivel de entendimiento y comprensión para con las personas de otros países y culturas; algo tremendamente enriquecedor que potencia nuestra inteligencia emocional, tan importante hoy día.
Si no logramos leer bien, escribir bien o expresarnos bien, tendremos dificultades a la hora de comunicarnos correctamente, a la hora de manifestar y transmitir lo que somos, lo que queremos o cualquier cosa que necesitemos dar a conocer. Por todo ello, es importante que prestemos atención a lo más básico que sabemos hacer desde siempre, como es hablar o leer o escribir, pero de forma completamente consciente y ordenada, lo que se puede entrenar y mejorar, sin ninguna duda, para procurarnos una vida más plena y feliz en la medida de lo posible.